Zelmira Prado Delgado (41), la primera paciente en ser sometida a un trasplante bipulmonar en el Perú, sostuvo que ha vuelto a la vida luego de su exitosa operación, pues pasó de estar postrada en una cama a prolongar su esperanza de vida en 10 años.
Desde que los médicos del hospital Guillermo Almenara de EsSalud le comunicaron que la única forma de salvar su vida era trasplantándole los dos pulmones, tuvo mucho miedo, pero decidió enfrentarlo con aplomo y entereza para superar la fibrosis pulmonar que padecía.
La enfermedad se agudizaba cada vez más y los médicos no le daban más de dos años de vida, más aún porque sus dos pulmones estaban perforados, como consecuencia de una bronquiectasis (dilatación anormal e irreversible del árbol bronquial).
Esto le causaba infecciones y neumonías repetitivas que le impedían respirar. Su vida se acababa lentamente y era necesario trasplantarla o, de lo contrario, no sobreviviría.
Fueron seis meses de angustiosa espera, primero para conseguir a los dos donantes que le cederían sus pulmones, y luego por la incertidumbre respecto al resultado del trasplante. Para ello, el soporte emocional de su familia, en especial de su hijo, fue fundamental.
“Antes de ser operada, me sentía demasiado asustada por lo que significaba la complejidad de la operación. Pensaba que, de repente, no iba a salir con vida de la sala de operaciones. No pensé que iba a ser tan valiente y poder afrontar todo lo que se venía por delante”, narró.
Comentó que tuvo que mentalizarse y comprender que, si bien la operación representaba un alto riesgo, el esfuerzo valía la pena, pues le permitiría dejar de estar conectada a un balón de oxígeno, mejorar su calidad de vida y con el tiempo, tener una vida normal.
Luego de ingresar en enero del 2011 a la lista de espera, la paciente pudo recibir los órganos donados por las familias solidarias de una joven de 14 años de edad y de un muchacho de 24 años con muerte cerebral, quienes prefirieron mantenerse en el anonimato.
Ya con los pulmones de repuesto, Prado, hija de padres ayacuchanos y vecina de Comas, tuvo que pasar las evaluaciones correspondientes y ser sometida a dos intervenciones quirúrgicas realizadas por separado, cada una de las cuales duró, aproximadamente, 16 horas.
En la primera operación, realizada el 17 de abril del año pasado, se le trasplantó el pulmón derecho, y en una segunda fecha (el 9 de octubre) se le reemplazó el pulmón izquierdo. El pasado 24 de octubre fue dada de alta en el hospital Guillermo Almenara de EsSalud.
Zelmira hoy tiene una vida casi normal, pues ha vuelto a insertarse en su familia y en la sociedad; y hasta ha vuelto a laborar como trabajadora social en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
“Si no hubiera sido por el trasplante, hoy no estaría aquí. Siempre tuve confianza en los médicos del hospital Almenara, quienes me dieron la tranquilidad, antes y después de la operación. Eso me fortalecía. Ahora mi hijo está feliz y mi esposo me apoya en todo”, dijo.
Tras contar su experiencia de vida, Zelmira invocó a los peruanos a donar sus órganos para brindarle la oportunidad de vivir a otras personas. Además, pidió a los pacientes en espera de un donante tener paciencia porque “los milagros existen”.
En el Perú se elevó de -1 a 3.5 la cifra de donantes por cada millón de habitantes, lo que aún está muy por debajo del promedio de Sudamérica (entre siete y ocho donantes por millón de perdonas) y de España, que en algunas ciudades puede llegar a los 45 donantes por millón. (ANDINA)
Fuente: https://www.capital.com.pe
