Joven basketbolista en una ciudad de Portugal, es sometido a cirugía de corrección de pectus excavatum, como medida terapéutica de las arritmias ventriculares que padecía.
Dejando ver que no solo ayuda a mejorar la imagen corporal sino a alguna patología asociada, que aunque rara, se podría presentar, como palpitaciones y dificultad respiratoria.
Corrección pectus excavatum
Consiste en la inserción de una o dos barras metálicas que, apoyadas sobre las costillas, empujan el esternón hacia delante cambiando la configuración del tórax y corrigiendo el Pectus Excavatum. Estas barras, moldeadas con precisión según la deformidad de cada paciente, se colocan a través de dos pequeñas incisiones bilaterales, controlando su posición mediante videotoracoscopia (visión del interior del tórax).
Las barras quedan fijadas con unos pequeños estabilizadores y la corrección del Pectus Excavatum es completa tras el procedimiento. Tras un periodo de dos a cuatro años, cuando en nuevo aspecto del tórax está definitivamente fijado, las barras se retiran mediante una pequeña intervención.
En comparación con otra técnicas más agresivas, la corrección mínimamente invasiva que realizamos supone una menor agresión quirúrgica. Sin necesidad de extirpar fragmentos de costillas ni cortar huesos, una menor pérdida de sangre y una recuperación más rápida. La mayoría de los pacientes regresan rápidamente a su actividad habitual y pueden realizar deportes sin contacto intenso o musculación en unos tres meses aproximadamente.
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